Entrada fin de año

Ultima entrada del año señores (por llamaros de alguna forma):

Nos encontramos antes los estertores del año. Y además, todo parece indicar que estamos ante las ultimas navidades de este invierno. En este momento, con mi copa de brandy en la mano y observando desde el porche en el que aparco mi Porsche, como mis adorables golden retriever juegan con los restos de este año.

Y entonces me puesto melancólico y meditabundo ante el paisaje que hemos dejado atrás. WarPinPals ha vuelto (posiblemente en forma de chapa) y me ha gustado como ha vuelto. Hemos alcanzado valores que no habíamos tenido en años en tanto a la producción de entradas, y eso que solo hemos publicado desde julio. Tenemos gente nueva y gente que se ha ido; otros seguimos igual y otros se han renombrado; pero en general seguimos con las mismas mierdas.

Y he de decir que somos la polla. Por que lo somos. O por que los psicólogos dicen que hay que reafirmarse o no se que de amor propio o con el vecino. O quizás si tenga un sentido; me explico. Generamos nuestro propio contenido de hobby. Entendedme no es por desprestigiar a otros, todos los blog generan su material, pero este no deja de ser noticias, ecos, opiniones por alguna mierda, memes refritos ... etc. De igual manera que también ofrecen entradas de pintura y hasta tutoriales. Pero la generación de miniaturas y conversiones es menor. No es que sea algo mejor, pero es diferente.

La blogosfera del hobby sigue siendo un ambiente viciado que huele a culo, pero al menos hemos vuelto. Y de este modo aportamos nota almizclada a la coralidad de aromas perianales que saturan nuestro mundillo. Si tenéis alguna sugerencia (o insulto gratuito) que añadir, esta es la entrada. Os animo a escribir, a expresaros; ya seáis autores, lectores o archienemigos encarnados.

Para terminar, tengo un deseo, uno solo; muy sencillo y humilde. Mi deseo para este año es: que no la caguen con el trasfondo por hacerlo friendly para todos en las series de Warhammer ...

Os deseo una feliz entrada de año, y Prospero en llamas, que gran novela.